Conforme a todas las apariencias, este podríahaber sido otro momento cotidiano.Después de todo, cada minuto, las mujeres detodo el planeta, traen nueva vida al mundo.
Pero esta jovencita no llevaba un bebé cualquiera.Llevaba a Aquel que es la vida misma, al duradero,incorruptible, eterno Hijo de Dios: Jesús, quien esla luz de toda la humanidad.
¡Gloria In Excelsis Deo!Significa, “Gloria a Dios enlas alturas”, y es la canción que los ángelescantaron cuando anunciaron a los pastores sobreel nacimiento de Jesús. La presencia de Dios se dio a conocer, no alíderes y reyes, sino a personas como tú y yo.
La gloria de Dios se manifestó en lo cotidiano.
El Verbo Hecho Carne
Juan 1:1-5
En el principio la Palabra ya existía.
La Palabra estaba con Dios,y la Palabra era Dios.
El Salvador de la humanidad nació como un serhumano.
Estoy tratando de comprender este hecho. ¿Cómofue que Dios, el que con sus palabras le dio vida atodo lo creado, se convirtió en un pequeño bebéque no podía hablar?
En el cuerpo de Jesús, el Inmortal, el Hijo Divinofue entretejido con la naturaleza herida de lahumanidad.
La verdad es que todos estábamos enfermos depecado y destinados a la muerte, por lo cual,nuestro Creador hizo lo único que se podía hacer:Dios Hijo, tomó la naturaleza humana con todassus limitaciones para recrear una humanidadsanada del pecado y eternamente unida a Dios.
Dios se vistió de carne y habitó entre nosotrospara hacer posible una nueva manera de serhumanos—el único camino que podríaconducirnos a la vida—, el camino del serhumanos en la presencia de Dios.
Nacimiento de Jesús
Lucas 2:1-7
En esos días, Augusto, el emperador de Roma
, decretó que se hiciera un censo en todo el Imperio romano. (Este fue el primer censo que se hizo cuando Cirenio era gobernador de Siria).
Todos regresaron a los pueblos de sus antepasados a fin de inscribirse para el censo. Como José era descendiente del rey David, tuvo que ir a Belén de Judea, el antiguo hogar de David. Viajó hacia allí desde la aldea de Nazaret de Galilea. Llevó consigo a María, su prometida, quien estaba embarazada.Mientras estaban allí, llegó el momento para que naciera el bebé. María dio a luz a su primer hijo varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos.